La respuesta es sí. Hasta hace relativamente poco, las devoluciones eran un daño colateral que había que asumir e incluso se contabilizaba su impacto en el plan de negocio. Los esfuerzos estaban centrados en atraer compradores, incrementar el ticket medio, conseguir envíos exprés…
Pero los artículos devueltos, con la consiguiente pérdida de valor de la mercancía, el stock retenido y sus altos costes de gestión, comenzaron a poner en jaque la rentabilidad de muchas marcas, especialmente en el sector de la moda.
Hace apenas un año el mercado se dio cuenta de que era necesario poner coto a las devoluciones, al menos, a las fórmulas que ofrecían un proceso con gratuidad sin límites. Se apelaba aquí a la corresponsabilidad entre el comprador y el vendedor para que la logística inversa no sólo fuera menos gravosa para el comercio, sino también más sostenible. Ahora se priman las devoluciones en tienda o en puntos de recogida, se solicita el copago al cliente o directamente tiene que asumir la totalidad de los costes.
El siguiente paso llega en la actualidad y pide abordar los cambios y devoluciones como una oportunidad para mejorar la rentabilidad. Al igual que en el proceso de compra, la inteligencia del dato aplicada a la logística inversa es una fuente de información de primer nivel para conocer a nuestros compradores y enriquecer el proceso. ¿Cómo lo consigue? Veamos algunos ejemplos:
Venta retenida. Canjear una devolución por crédito en tienda puede ser una alternativa para aquellas marcas que registran una frecuencia de compra alta. Según un análisis realizado entre más de 300 marcas que operan con la plataforma iF Returns, el 56% de los compradores prefiere que el cambio sea por otro producto mientras que el 44% se inclina por recibir crédito de tienda. Hoy en día, gracias a la tecnología es posible discernir, además, si un cliente tiene un buen historial y es merecedor de una recompensa adicional.
Cambios automáticos. Más del 50% de las devoluciones online podría generar una nueva compra de más valor integrando sistemas de cambio en tiempo real. Para evitar la pérdida de valor asociada a las devoluciones, las marcas deben proporcionar a sus clientes acceso instantáneo al catálogo y stock de productos.
Devoluciones personalizadas. Las recomendaciones personalizadas, basadas en la inteligencia del dato, incrementan hasta un 43% las posibilidades de generar nuevas compras en los procesos de devoluciones online. A su vez, esto tiene una incidencia directa en el número de reembolsos, que se reducen sustancialmente al mismo tiempo que incremente el ticket medio.
Experiencia confortable. Preguntemos a los compradores qué peso tiene la política de devoluciones de los comercios online en sus intenciones de compra. Sin duda, muchos coincidirían es que cada vez es mayor. Y es que una devolución rápida y sin excesiva burocracia es positiva para el comercio, pues reduce los costes asociados; y para el comprador, que tras la experiencia no dudará en confiar de nuevo en el ecommerce para futuras compras.
Tráfico omnicanal. Si incentivamos a los compradores a efectuar sus devoluciones en los puntos de venta logramos un triple objetivo: reducimos costes, promovemos la sostenibilidad y multiplicamos las posibilidades de que en el mismo proceso se genere una nueva compra.
El coste de captación de un cliente para una marca es demasiado alto, por lo que es un lujo no sólo perderlo, sino desperdiciar la oportunidad de fidelizarlo. En este punto, la devolución de un producto es un momento crucial y ahí entran en juego plataformas digitales con iF returns, que ofrece alternativas inteligentes para transformar las devoluciones en nuevas oportunidades de venta maximizando los cambios, las nuevas ventas y la logística sostenible. Y todo ello, al alcance de cualquier comercio, a partir de una solución personalizable y que se adapta a las necesidades específicas de cada proyecto. Conoce como puede adaptarse a las tuyas.