El 2023 será testigo de una profunda transformación.
Los artículos devueltos son un enemigo silencioso para algunos ecommerce y pueden llegar a representar el 12% de su facturación. Mientras las compras online aumentan a doble dígito, el volumen de los cambios y las devoluciones multiplica por dos este crecimiento. Por ello, la logística inversa es hoy por hoy el gran reto de las marcas. Rotar con rapidez el stock que queda retenido en este proceso es determinante para su sostenibilidad económica.
La tecnología es una palanca clave para conseguir una omnicanalidad real que vaya más allá de los envíos y contemple también la logística inversa, los canales de venta alternativos como el recommerce e incluso el reciclaje.
Si 2022 fue el año en el que se tomó conciencia de las dimensiones que ha adquirido la logística inversa, en los próximos meses seremos testigos de una profunda transformación en este ámbito. ¿Cuáles son las principales tendencias que se impondrán en 2023? Los expertos de iF Lastmile destacan las siguientes:
Fin de la barra libre. Las devoluciones gratis asociadas al impulso de las compras masivas tienen un impacto insostenible para las cuentas de resultados de los comercios. Para evitarlo en los próximos meses se impondrán nuevas fórmulas, como la devolución sin coste limitada a algunos productos, gratuidad solo para los cambios o la aplicación de gastos personalizados en función del perfil del comprador, entre otros.
Sensibilización social. La logística inversa tiene graves consecuencias en el entorno: el transporte de paquetes es una de las actividades más contaminantes y el desperdicio que originan los productos que no se reintegran al canal comercial y terminan en vertederos está adquiriendo dimensiones desproporcionadas. Dos de cada tres consumidores están dispuestos a pagar más a las marcas que identifican como socialmente responsables y, en sentido contrario, cada vez más, penalizarán a aquellas que no estén alineadas con esa premisa.
Auge de la circularidad. La mercancía devuelta se devalúa y, en demasiadas ocasiones, termina en vertederos con las consiguientes consecuencias económicas y medioambientales. En 2023 seremos testigos del crecimiento y desarrollo de fórmulas de recommerce para dotar de una segunda vida a estos artículos a través de su reacondicionamiento; así como de soluciones de reciclaje que eviten el desecho incontrolado.
Inteligencia Artificial. La aplicación progresiva de la Inteligencia Artificial será clave para segmentar el flujo de la logística inversa mejorando su trazabilidad; aumentando la operatividad de los procesos, que se alinean más con los intereses del cliente; y reduciendo los costes, que pueden suponer un 10% del margen.
Enfoque de rentabilidad. Las devoluciones dejan de ser tratadas exclusivamente como un coste y evolucionan hacia un enfoque de rentabilidad. En su gestión primará el reemplazo de los productos, un conocimiento más profundo del cliente y el diseño de nuevas estrategias de fidelización.
La logística inversa inteligente viene a resolver muchos de los desafíos que plantean estas nuevas tendencias. La trazabilidad, personalización y la eficiencia van de la mano de soluciones tecnológicas que, apoyadas en la Inteligencia Artificial, hacen posible que cualquier marca, de forma totalmente escalable pueda gestionar con agilidad la operativa de su logística inversa, reduciendo al mínimo su impacto económico y convirtiéndola en una pieza fundamental de la relación son sus clientes. Y en estas premisas se apoya el Portal de Devoluciones que ha desarrollado iF Lastmile, en el que ya confían más de 150 clientes.