Las devoluciones acaparan los titulares en los medios.

La cuestión de las devoluciones ha tomado un camino de no retorno, sus consecuencias han dejado de ser un debate exclusivo del sector y alcanza ya a otras esferas.

Un tema de actualidad que se hace eco en los medios.

Para muchos ecommerce la cuestión de las devoluciones ha tomado un camino de no retorno. Sus consecuencias económicas y medioambientales y el reto que supone la logística inversa para la cadena de distribución han dejado de ser un debate exclusivo del sector y alcanza ya a otras esferas. Buena muestra de ello es la cantidad de titulares que en los últimos tiempos protagonizan las devoluciones en los principales medios de nuestro país, como por ejemplo:

  • “El exceso de devoluciones tuerce las perspectivas de la moda online” (Cinco Días). Las grandes marcas online ya no pueden asumir el coste que les supone una política de devoluciones gratuita, algo que ha impactado tanto en su rentabilidad como en su cotización en bolsa, aseguran en este artículo. La vuelta a la normalidad en los comercios físicos, el contexto internacional y la inflación han impulsado un recorte de las previsiones económicas de muchos grandes ecommerce. Son los casos de Asos, Zalando y Boohoo que, en conjunto, han sufrido en el último año una caída de 27.000 millones de capitalización bursátil, con Zalando a la cabeza de las pérdidas. De hecho, en la firma alemana han visto cómo los costes logísticos asumidos por pedido se incrementaban un 10 % en el primer trimestre de 2022, situación ante la que han anunciado el establecimiento de un precio mínimo por pedido en la mayoría de sus mercados. 

  • “Big Data para rastrear (y cobrar) a los consumidores que abusan de la devolución de productos” (El Mundo). Este diario nos habla de unas prácticas cada vez más habituales en las compras online. Por un lado, encontramos el bracketing o comprar varios productos con la intención de devolver alguno y, por otro, el wardrobing, que consiste en comprar un producto, darle solo un uso y devolverlo. Debido a esto, muchas marcas, a través de tecnologías basadas en inteligencia artificial han empezado a identificar este tipo de perfiles de consumidores para cribarlos y aplicarles políticas de envíos y devoluciones segmentadas, en aras de evitar este tipo de prácticas abusivas en el consumo. 

  • “Me lo compro y lo devuelvo: ¿qué impacto tienen las devoluciones que hago a la tienda” (El Periódico). Más allá de los costes que tienen las devoluciones para las empresas –que muchas han asumido durante bastante tiempo de forma gratuita–, este diario hace hincapié en las implicaciones medioambientales significativas. Ya lo advertía un estudio de la plataforma de logística inversa Optoro: solo en Estados Unidos, las devoluciones producen más de 15 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, una cifra que podría estar en aumento y que tiene consecuencias evidentes no sólo sobre el medioambiente, sino también sobre la salud de la población. 

  • “Zara empieza a cobrar por las devoluciones online” (Faro de Vigo). El gigante textil de Inditex anunció que comenzaría a cobrar las devoluciones por Internet, por razones que abarcan desde lo medioambiental hasta lo económico y desató multitud de titulares. Aunque la medida no se ha implantado de momento en España, esta se acabará extendiendo a la mayoría de los mercados y abrirá el camino a otros grandes ecommerce que también están sufriendo ahora las consecuencias de una política de devoluciones gratuita. Así, los clientes de Zara que adquieran productos a través de la tienda online podrán devolverlas bajo un pago extra de 1,95 euros, cifra que se descontará del precio de la prenda.  

  • “Las devoluciones, el difícil nuevo estándar del comercio electrónico” (El País). Este medio reflexiona sobre las devoluciones como un problema que ya se vislumbraba hace tiempo. Ya en 2019, antes de la pandemia, se hablaba de las perspectivas de crecimiento de las devoluciones y de cómo la estandarización de estas podía acabar siendo perjudicial para muchas empresas. Algo que, como se advertía, iba a terminar afectando en particular a sectores como el de la moda, en el que las tasas de devoluciones son mucho mayores que en otros mercados. 

Sin duda, nos encontramos en un momento clave para la logística inversa. El impacto que tienen las devoluciones en la cuenta de resultados de las marcas, especialmente en el segmento moda, obliga repensar la estrategia que hasta hace poco era válida. La aplicación de costes, el uso de tecnologías que perfilen a los compradores para aplicar políticas personalizadas en esta materia o introducir la variable medioambiental como forma de concienciar al comprador sobre la insostenibilidad de esta práctica son algunas alternativas. Las devoluciones son un desafío para comercios y clientes, que deben asumir una nueva forma de relacionarse y hacerlo posible está en manos de los nuevos modelos logísticos especializados en logística inversa como el que propone iF Lastmile